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02/11/13

Santander lanza la mayor promoción de viviendas tras el 'crash' del ladrillo (El Confidencial)

 

Banco Santander cree que es el momento de volver a creer en el ladrillo. El mayor grupo financiero de España ha decidido poner en marcha alrededor de 140 promociones inmobiliarias a través de las que van a construir cerca de 5.000 viviendas, un tercio de las cuales ya han sido vendidas sobre plano. Así lo han confirmado fuentes próximas a Altamira Real Estate, la filial de la entidad dedicada a la gestión de los activos adjudicados tras el estallido de la burbuja.

La medida la adoptó Javier Marín, el nuevo consejero delegado de Banco Santander, antes del verano, tras revisar la cartera de suelos embargados a los empresarios morosos del sector y las numerosas promociones que se habían quedado a medias, tan sólo con el esqueleto de hormigón levantado. El número dos de la entidad dio órdenes a Remigio Iglesias, el directivo encargado de administrar el amplio stock de impagados, para poner en valor los suelos adjudicados (8.000 millones brutos a 30 de septiembre, 3.700 tras las provisiones) siempre y cuando el 30% de la promoción estuviera vendida sobre plano. Como en los tiempos del boom.

Tras analizar la potencial demanda, Banco Santander ha optado por desarrollar unas 140 urbanizaciones repartidas por toda España. El mayor interés por comprar viviendas lo ha detectado en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Algunas de las que se pusieron en el mercado antes del verano, como una situada en el municipio madrileño de Las Rozas, han sido vendidas en apenas tres meses.

Fuentes próximas a Altamira Real Estate aseguran que la buena acogida que ha tenido esta iniciativa radica en el precio. “A determinados precios, hay demanda más que suficiente, tanto de gente que no compró en la época de la burbuja como de los que se salieron a tiempo y ganaron dinero”, explica un experto inmobiliario que trabaja para Banco Santander y que cifra el descuento medio entre el 30 y el 40% sobre los picos alcanzados años atrás.

La decisión de poner en marcha cerca de 140 promociones supone construir de golpe unas 5.000 viviendas, una cifra insólita desde que el negocio inmobiliario sufriera el mayor pinchazo financiero que se recuerda. De hecho, prácticamente es el mismo stock de casas que Altamira tenía a la venta antes del verano. La cifra es más que representativa si se compara con los 23.118 inmuebles que todos los promotores de España sacaron al mercado en el primer semestre del año, según datos oficiales del Ministerio de Fomento.

Interés creciente.

La primera vez que Santander oteó que el dinero volvía al ladrillo fue a mediados de 2012, cuando por primera vez en cinco años registró en sus cuentas más ventas de viviendas que embargos. En concreto, consiguió colocar ladrillo por 1.200 millones, mientras que la indigestión de adjudicados se quedó en 1.100 millones. La diferencia a favor de la salida de stock se amplió hasta finales del ejercicio por el incentivo fiscal que concedió el Gobierno a los compradores de casas.

Ya sin subvención tributaria, aunque en el primer semestre de 2013 se ha ralentizado el flujo de dinero respecto al crecimiento del 18% registrado en 2012, el interés sigue firme al calor de la caída de los precios y gracias a la financiación del 100% que concede Banco Santander. De todos los activos inmobiliarios de los que se desprendió en 2012, el 40% fue con dinero prestado por la propia entidad.

Según distintas fuentes, la construcción de estas 5.000 nuevas viviendas seguirá en marcha aunque Altamira Real Estate cambie de dueño. Banco Santander negocia la venta del 50% del capital de su filial inmobiliaria, que previsiblemente caerá en manos de uno de los fondos oportunistas que ya han comprado los mismos negocios de CatalunyaCaixa (Kennedy Wilson), Bankia (Cerberus), Servihabitat (TPG) y Banesto (Centerbridge).

Una de las cláusulas que quiere imponer Santander para traspasar su filial es que el comprador se comprometa a mantener durante al menos tres años a la plantilla de más de 500 empleados de Altamira Real Estate, tal y como han hecho Bankia y Servihabitat.