Detalle de la noticia

16/05/15

Cuatro motivos para ser positivos con la vivienda y uno para estar (muy) preocupado (Idealista)

 

Las estadísticas oficiales reflejan una estabilización evidente de la vivienda. Los expertos aseguran que la demanda de pisos seguirá creciendo y constatan que es un buen momento para invertir por la atractiva rentabilidad que ofrece. Sin embargo, alertan de la posible subida del Euribor. Descartan que lo haga a corto plazo pero avisan del peligro que habrá cuando lo empiece a hacer.

En líneas generales, los expertos y agentes implicados en el sector inmobiliario celebran las señales de optimismo que comienzan a verse ya con contundencia. Pero algunas voces dejan claro que no es oro todo lo que reluce y que hay que ir con pies de plomo para evitar que se produzca otra burbuja inmobiliaria como la vivida.

Expertos como Ignacio San Martín, responsable del Servicio de Estudios de BBVA Real Estate, o Juan Fernández-Aceytuno, director general de ST Sociedad de Tasación, señalan cuatro factores que demuestran que el sector inmobiliario se está estabilizando, e incluso, recuperando:

1.- La demanda de vivienda seguirá creciendo: San Martín asegura que la renta de las familias en términos reales está creciendo, lo que favorecerá a la demanda. Además, la riqueza de las familias se ha estabilizado. También hay que contar no sólo con la demanda de los nacionales, sino también de los extranjeros. Considera que este año volverá a producirse un nuevo récord de compra por parte de foráneos.

2.- El exceso de oferta descenderá: aunque lentamente, el stock va reduciéndose poco a poco. El Ministerio de Fomento sitúa el excedente de obra nueva en 563.908 unidades a 31 de diciembre de 2013, mientras que BBVA Research lo cifra en 450.000, de las cuales considera que un 30% son invendibles. Esta entidad financiera confía que para 2016 el stock deje de ser un problema y que comience realmente a absorberse.

3.- Estabilización de precios e incluso revalorización: BBVA asegura con rotundidad que el precio de la vivienda está estabilizado y se atreve a pronosticar revalorizaciones de precios este año. San Martín señala que el nuevo crecimiento de la demanda de vivienda y la estabilización de precios provocarán que la cartera hipotecaria de los bancos gane en calidad. “Si el aumento de la demanda lleva consigo un aumento de la financiación y una estabilización de precios, esto hará mejorar la calidad crediticia”, añade.

4.- Aumento de la concesión de hipotecas: hay una vuelta a la financiación hipotecaria, especialmente a particulares que quieren comprar una vivienda. Los bancos tienen la necesidad de dar préstamos para aumentar los ingresos por los intereses de las hipotecas. En la actualidad, el saldo hipotecario está cayendo y seguirá haciéndolo en los próximos meses a no ser que los bancos pisen el acelerador en la concesión de préstamos hipotecarios.

Pero no todo son noticias positivas. Si algo debe preocupar al sector es un Euribor en mínimos históricos. Para la persona que piense en hipotecarse hoy en día, debe tener en mente que el Euribor, el indicador más utilizado para el cálculo de los préstamos hipotecarios, tiene todo el recorrido para subir.

Por ejemplo, Adicae es una de las organizaciones que recomienda no hipotecarse actualmente porque “es un riesgo de impago en el futuro”. El Euribor está bajo pero en cuanto comience a subir provocará que las cuotas hipotecarias sean elevadas, ya que los diferenciales siguen siendo elevados respecto a la época pre-crisis. “Un interés superior a euribor más uno de diferencial ya supone un encarecimiento grande. Por encima de euribor+2 ya es peligroso”, asegura Manuel Pardos, presidente de Adicae.

Por eso hay expertos como Juan Villén, responsable de idealista hipotecas, que recomiendan contratar una hipoteca a tipo fijo porque así se sabe lo que se paga todos los meses. A comienzos de este año Kutxabank lanzó una hipoteca con un tipo fijo del 2,5%.

Juan Fernández-Aceytuno asegura que el único riesgo visible en el sector inmobiliario es “un cambio radical en la situación internacional que pueda afectar a los tipos de interés” y, por ende, al Euribor, “lo que sería muy dañino para la recuperación inmobiliaria”. No obstante, este escenario no lo ve a corto plazo. Es improbable pero no imposible. El Euribor llegó a estar en 2008 en el 5,393%.